Nos conocimos en la universidad, entre libros, tareas y cafés mal preparados. Al principio solo éramos compañeros de clase, pero el tiempo nos fue acercando. Entre miradas, bromas y largas charlas después de clases, descubrimos que estábamos hechos el uno para el otro. Hoy queremos celebrar que esa historia universitaria se ha convertido en nuestro para siempre.